• Sumérgete en tu spa-casero. Joss apunta que es importante ponernos en ambiente. Para ello, enciende unas velas, prepara un baño con agua templada y añade unos aceites. Prueba con el aceite de rosas y naranjo. Sumérgete en el baño lentamente y empieza el tratamiento con un ligero y suave masaje en las piernas con un bálsamo corporal. Luego usa un exfoliante casero hecho a base de azúcar moreno y miel mezclada con aceite de oliva. Aplícatelo por todo la piel suavemente y en movimientos circulares. Te dejará la piel limpia, suave y sedosa.
• Aporta mayor firmeza a la piel con un masaje. Aplícate unas gotas de aceite corporal en las palmas de las manos y frótalas hasta que se templen. Eleva una de las piernas y flexiona suavemente la rodilla, y a continuación comienza el masaje para drenar desde el tobillo. Mi truco es siempre trabajar las extremidades desde fuera hacia dentro para activar la circulación y estimular las glándulas linfáticas que eliminan las toxinas del cuerpo y previenen la retención de líquidos.
• Aplícate una mascarilla de piernas durante toda la noche. Es una alternativa perfecta para la piel seca y sensible. Necesitarás unos calcetines que te lleguen hasta las rodillas, media taza de aceite de almendra, un aguacate, 2 cucharadas de miel, 5 gotas de aceite de rosa y 4 de aceite de naranjo. Machaca el aguacate, añade los aceites y la miel y mézclalo todo hasta conseguir una pasta. Aplícatelo en las piernas, envuélvelas con papel adhesivo y ponte los calcetines. Puedes mantener las piernas elevadas en una almohada mientras duermes. Al día siguiente por la mañana, retíratelo y hazte un masaje en las piernas con aceite corporal para obtener suavidad extra.
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